El Equipo
El atuendo indicado para la práctica (keiko) del Aikido es similar al utilizado en Judo. Se lleva un keikogi (chaqueta y pantalón de algodón blanco) y un cinturón blanco o keiko-obi. La hakama o falda-pantalón, confeccionada en algodón índigo o negro, se autoriza a utilizarla al alumno o alumna que haya alcanzado el primer kyu o cinturón marrón.
En cuanto a las armas que se emplean, éstas son de madera de roble. Las más habituales son el bokken, el jo y el tanto. El bokken es un sustituto en madera de la katana. En Aikido se utiliza normalmente sin tsuba (protección de la empuñadura). El jo es un bastón corto japonés, de aproximadamente 128 cms. de longitud y 2,5 cms. de diámetro. El tanto, de unos 30 cms. es el puñal japonés. Es recomendable que todas las armas vayan en su correspondiente funda.
Durante la Práctica
El Aikido representa un vasto y complejo sistema. Una parte esencial de ese sistema es su aspecto de Arte Marcial.
No se deben aprovechar los huecos del compañero en la práctica del Aikido. Se señalan durante el entrenamiento sólo para que el estudiante se percate de que existen y pueda, por tanto, protegerse de ellos.
El trabajar con un compañero no debería ser prueba (conflicto) de energías. Cada individuo, uke (atacante) y tori (el que defiende), en toda técnica se mueve desde su centro (seika tanden) y uniéndose se convierten en un único y controlado movimiento.
El Aikido es un Budo físico, pero debe ir acompañado por un desarrollo personal y un crecimiento mental.
Sabiendo que un agresor aprovechará cualquier error que se le ofrezca, el estudiante de Aikido debe eliminar huecos y desarrollar un control del adversario para evitar ser herido y al mismo tiempo sin herirle o permitiendo que se hiera a sí mismo en el proceso.
En el Hombu Dojo en Tokio se han fijado las siguientes REGLAS DURANTE LA PRÁCTICA:
1. Durante la práctica obedece a tu profesor y no hagas de ella un momento para pruebas de fuerza innecesarias.
2. El Aikido es un arte en el que un hombre aprende a enfrentarse a numerosos oponentes simultáneamente. Ello requiere pulir y perfeccionar la ejecución de cada movimiento, de manera que puedas hacerte cargo no solo del adversario enfrente de ti, sino también de aquellos que se te aproximen en todas direcciones.
3. Practica siempre con un sentimiento de agradable júbilo.
4. La enseñanza de tu profesor sólo constituye una pequeña fracción de lo que aprenderás. Tu maestría en cada movimiento dependerá completamente de tu propia y seria práctica.
5. El objetivo del Aikido es entrenar tanto el cuerpo como la mente para hacer un hombre sincero. Todas las artes del Aikido son de naturaleza secreta y no deben ser reveladas públicamente ni enseñadas a aquellos que las usarán con fines erróneos.